No pagar un microcrédito en línea puede parecer una falta menor por tratarse de un monto pequeño, pero las consecuencias pueden ser graves y duraderas. En México, las plataformas de préstamos digitales han desarrollado sistemas muy eficaces para proteger sus intereses y dar seguimiento a los usuarios que caen en mora. Si bien no irás a la cárcel por una deuda de este tipo, sí podrías enfrentar un proceso legal, cargos acumulativos, pérdida de acceso al crédito y afectación a tu historial financiero. El primer riesgo inmediato es el acumulamiento de intereses moratorios. Muchas fintechs aplican tasas diarias sobre el saldo pendiente. Por ejemplo, si te atrasas 10 días, podrías deber el doble de lo que pediste originalmente. Los intereses se aplican automáticamente y aumentan cada día. A esto se suman las comisiones por cobranza, que incluyen cargos administrativos, costos por recuperación y notificaciones. Algunas plataformas agregan un monto fijo o porcentual por cada día o intento de contacto. Otro riesgo es que tu caso pase a empresas externas de cobranza, que pueden llamarte, enviarte mensajes o notificaciones constantes, incluso a tus referencias si las proporcionaste. Aunque deben actuar bajo ciertas reglas legales, el proceso puede ser incómodo y estresante. También es muy probable que el impago afecte tu historial interno, lo que te bloquea en esa plataforma y en otras que comparten datos. Además, si la fintech está registrada en el Buró de Crédito o el Círculo de Crédito, el impago será reportado, dañando tu score general. Esto te dificultará acceder a otros productos financieros, como tarjetas, créditos personales o financiamientos para vivienda. En algunos casos, si la deuda se prolonga, la fintech puede iniciar acciones legales en tu contra. Aunque pocas lo hacen por montos bajos, sí tienen derecho a reclamar judicialmente el pago, sobre todo si el contrato fue firmado electrónicamente y el monto creció por intereses. Otro impacto importante es que podrías ser bloqueado de forma permanente de múltiples plataformas. El ecosistema de préstamos digitales funciona en red, y un mal historial se comparte, cerrándote puertas por tiempo indefinido. Finalmente, el estrés psicológico y el desgaste emocional de enfrentar llamadas, mensajes, amenazas legales o bloqueos no debe subestimarse. Muchas personas pierden la paz por una deuda que podría haberse resuelto con organización o negociación. En resumen, no pagar un microcrédito puede parecer inofensivo al principio, pero sus consecuencias pueden escalar rápidamente. Lo mejor es actuar con responsabilidad, buscar apoyo si lo necesitas y no dejar que el problema crezca.